Rizar el rizo

La mayoría de las personas que tenemos el pelo rizado lo detestan, mientras que aquellas que buscan tener el pelo encaracolado odian su cabellera lisa. Y es que cada uno quiere lo que no tiene.

A lo largo de mi vida, mi pelo ha surgido diferentes mutuaciones. El día que nací mi cabeza era prácticamente calva, y el poco pelo que tenía era rubio y rizado, derivando en una melena llena de tirabuzones a los pocos años. Con el paso de los años, se fue oscureciendo hasta que, a la llegada a la pubertad, era completamente oscura y lisa. Ambas características duraron poco tiempo: por genética, los mechones se fueron rizando poco a poco, y por el maravilloso mundo del tinte, mi pelo pasó por una amplia gama de colores. Respecto al corte, siempre me ha causado respeto el tijeretazo y he sido de las que preferían un largo sobre los hombros, pero como la excepción confirma la regla, he de añadir que pasé de utilizar extensiones extralargas a un corte recto de media melena en cuestión de horas.

Actualmente tengo una melena larga, de pelo rizado y negro, y corte recto.

Hasta hace poco vivía obsesionada con la plancha: no podía vivir sin ella. A pesar de que prescindía de su uso los días de diario, de jueves a domingo era el accesorio vital en mis sesiones de belleza.

Para mi alegría (y la de mi madre), me he desintoxicado de ese imprescindible y ahora me está gustando más lucir mis rizos naturales: creo que le proporciona a la cara más alegría, son preciosos y, para mayor dicha, las melenas con volumen son tendencia.

La genética de un cabello rizado hace que siempre se encuentre más deshidratado que el cabello liso, lo que supone un primer paso al encrespamiento. “La deshidratación genera una sensación desagradable al tacto y una significativa reducción del brillo, llevándonos a una textura de cabello muy difícil de gestionar y manipular: el famoso cabello encrespado”, afirma Luis García Chisvert, Director Técnico de L´Oréal Proffesionnel.

El que sea más sensible a la rotura, debido a su sequedad, también influye en su aspecto. Un pelo encrespado posee diferentes longitudes, algo que desestabiliza el rizo y genera una apertura, lo que inhibe la definición.

Para solucionar el encrespamiento, lo aconsejable sería pedir consejo a un profesional que diagnostique el estado de nuestro cabello, tomando medidas necesarias personalizadas acorde al problema.

Pero no podemos intentar domar nuestro cabello si no lo hidratamos bien antes, utilizando productos específicos para el pelo rizado. Generalmente estos productos contienen emolientes y ceras suavizantes para poder, por un lado, aportar peso al cabello para conseguir un mayor control y, por el otro, suavidad y brillo para un tacto más agradable.

Be Curly Style Prep, de Aveda. Control del encrespamiento y brillo (puede utilizarse antes de secar el cabello y en los días posteriores en seco). 25 €

Desde el momento del lavado podemos poner en acción nuestros cuidados. Comenzamos con el champú, que se prefiere suave, de uso frecuente, nutritivo y con un pH balanceado.

Champú de la línea Rizos Perfectos, de Tresemmé.

Tras el champú, podemos usar una crema acondicionadora para facilitar la hidratación y el peinado, que se aplicará sobre todo en la parte media y en las puntas.

Gama Enrich, de Wella Professionals. Crema acondicionadora sin aclarado (sus agentes hidratantes permanecerán más tiempo sobre el cabello prolongando el efecto hidratente). 17 € aproximadamente.

Una alternativa es el uso de mascarillas revitalizadoras con proteínas, cuyas propiedades reparadoras son superiores a las de los acondicionadores habituales. El resultado de éstas es un cabello más resistente, elástico y suave al tacto. Normalmente se aplican después del lavado, dejándola actuar un tiempo estimado por cada instrucciones de uso, cada 15 días. No obstante, la periodicidad debería de fijarla un estilista para evitar un uso excesivo o pobre.

Una propuesta importante es el uso de productos stylling, que aportan fijación para que los rizos no pierdan su forma, además de flexibilidad para que presumas de movimiento.

Sea Spray, de Ghd. Se aplica el producto de forma abundante, con la cabeza hacia abajo y se masajea bien para distribuirlo por todo el cabello. 18, 54 €

Y otro complemento bastante interesante es los indicados para la definición de rizos y ondas. En su versión spray, pulveriza por el compuesto por tu melena, con la cabeza hacia abajo para llegar a todas las zonas del cabello. Un consejo de profesionales es no masajear pues podría retirar el producto antes de que las moléculas se asienten y penetren en la fibra.

Spray Bifásico de la línea Curl Contour, de L´Oréal Professionnel. Especialmente diseñado para primero hidratar y luego definir. 15, 15 €

La sociedad de hoy nos ha obligado a convivir con las prisas y el estrés. Esto puede justificar el uso necesario del secador, elemento que debe evitarse al máximo por resecar el cabello bastante. Si nos es imprescindible (no es conveniente salir de casa con el pelo mojado, y menos en los meses de invierno) se recomienda aplicar un protector del calor antes y, si queremos un perfecto modelado, algo de espuma acondicionadora o mousse en raíces y parte media.

Protector Instantáneo del Calor, de Tresemmé.

¿Y vosotras? ¿Tenéis algún truco para lucir rizos más bonitos? ¿Conocéis de remedios caseros para este tipo de cabello? ¿Qué producto os llama más la atención?